Pocos meses hay más duros que septiembre, en realidad le hace la competencia a otro mes duro de vacaciones, enero. Pero las vacaciones de verano, para aquellos que las disfrutan son especiales, ya que el buen tiempo hace que las vacaciones sean más fructíferas y se disfruten con más ganas. De por si septiembre ya es un mes duro para las familias, ya que por un lado los padres empiezan el trabajo, con lo que supone ponerse al día después de varias semanas sin abrir el correo electrónico. Y por otro los niños acaban las vacaciones y empiezan las clases, con lo que conlleva todo el baile de llevar a los niños a clase, las actividades extraescolares y encontrar un poco de tiempo para descansar, que también es importante.
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