La diversión es una de las cuestiones que debe rodear, de una manera inequívoca, a un evento como lo puede ser una boda y todos los eventos que tienen que ver con ella. Está claro que sin diversión es completamente imposible sacar adelante de una manera exitosa este tipo de celebraciones y que esta debe ser algo así como el mínimo común múltiplo de todo lo que tenga que ver con la boda y, como no podía ser de otra manera, con la despedida de soltero que se realiza con anterioridad y que es el pistoletazo de salida a este tipo de eventos.
Al hablar de la despedida de soltero o soltera, hablamos de uno de los asuntos que más ilusión genera entre la persona que se casa y, por supuesto, también entre sus amigos o amigas. Es un evento que no por celebrarse en un día diferente al de la boda parece menos que la propia boda. Y precisamente por este motivo tenemos la necesidad de que nada falle durante la celebración de la despedida. No nos ofrecería mucha confianza de cara a la boda, que es donde realmente la gente nos va a valorar, que fallara algo en la despedida.
Sí que es verdad que una buena parte de las personas que se enfrentan a la organización de una de estas despedidas tiene algo en común: parece caro hacer posible este evento. Según lo que hemos podido saber gracias a una noticia publicada en el portal web Gacetas Locales, el 80% considera elevado este gasto, algo que nos parece lógico teniendo en cuenta que hay otro evento, como lo es la boda, que requiere de una inversión muy potente y que no pasa desapercibida entre las personas que corren con esos gastos.
De hecho, según apunta una noticia que fue publicada en Hosteltur, el precio es la principal barrera de los españoles para disfrutar de esas despedidas de soltero o soltera en las que tan bien lo pasamos. Según esta noticia, 7 de cada 10 personas asegura que gasta más de lo que tenía pensado en un principio y 4 de cada 10 ha hecho sacrificios económicos para llevar a buen puerto este asunto. Se trata de datos que nos han llamado poderosamente la atención y que hemos querido compartir con vosotros porque nos resultan de interés.
Somos muchas las personas que consideramos que una despedida de soltero o soltera hay que celebrarla a lo grande. Y, aunque nos inquieta en muchas ocasiones el montante total de dinero que nos pueda suponer, lo cierto es que no cesamos nuestro empeño en conseguir pasárnoslo genial por un precio no demasiado elevado. Los profesionales de Hot Despedidas, una entidad dedicada a la organización de eventos de este estilo, nos han comentado que es mucha la gente que consigue hacer una despedida más que decente con un presupuesto lo más ajustado posible.
Cualquier tipo de espectáculo es digno para entrar en una celebración como esta. La verdad es que el carácter festivo de una despedida nos deja mucho margen para la organización de actividades, juegos y hasta concursos. Por eso es tan divertida y por eso todo el mundo quiere formar parte de una de ellas. Y es que un acontecimiento de estas dimensiones es algo de lo que deberíamos ser protagonistas al menos durante una vez en la vida. El recuerdo que nos dejaría esto nos acompañaría durante el resto de nuestra existencia y nos sacaría una sonrisa hasta en los momentos más difíciles.
Lo más importante, sentirse arropado y estar juntos
Esto es lo más importante en toda despedida de soltero que se precie. A medida que vamos cumpliendo años, es más evidente que nos resulta muy complicado estar cerca de todas esas personas con las que hemos vivido nuestra infancia. La despedida es, por tanto, una excusa perfecta para volver a estar todos y todas juntos y, además de vivir momentos que recordaremos por siempre, recordar otros que, a fin de cuentas, nos han permitido ser quien somos a día de hoy y que forman parte de todos y cada uno de los aspectos que constituyen nuestra identidad.
Una despedida es, en definitiva, la mejor de las maneras para reencontrarnos con nosotros mismos. Es necesario, aunque mucha gente esté empeñada en decir lo contrario, celebrar todo lo que tenga que ver con ella. Y esta es una tradición que tenemos que conservar por mucho que pasen los años y por mucho que las tendencias cambien y se actualicen con el paso de los años. La verdad es que esta será la mejor garantía para disfrutar y recordar todo aquello que, en su día, nos permitió ser felices.