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La IA vs los traductores humanos

IA vs humanos

En este artículo querría exponer con honestidad porqué las IA nunca sustituirán a los traductores, ni a los pintores, ni a los escritores. No porque nuestra sociedad no pueda hacerlo realmente, sino porque nunca una creación o un trabajo humano podría ser sustituido por una herramienta sin vida, con instrucciones en su programación.

Para ello hemos querido preguntarle a expertos de la traducción, para que nos hablen honestamente de los puntos débiles que siempre tendrá la IA a la hora de traducir.

Traduspanish nos comenta, que la traducción realizada por una inteligencia artificial (IA) puede ser sorprendentemente precisa y eficiente, especialmente en términos de velocidad y manejo de grandes volúmenes de texto. Sin embargo, hay varias razones por las que la traducción automática aún no puede sustituir completamente la exactitud y el matiz de una traducción realizada por un traductor humano.

Primero, la IA puede tener dificultades para captar el contexto, las sutilezas culturales y metáforas y sarcasmos que son esenciales para una traducción precisa. Los idiomas no solo consisten en palabras y gramática, sino también en matices, referencias culturales y contexto histórico que pueden alterar significativamente el significado. Un traductor humano, con su conocimiento cultural y experiencia, puede interpretar estos matices y adaptarlos adecuadamente para que el texto sea comprensible y relevante para el público.

Además, los idiomas son dinámicos y evolucionan constantemente, introduciendo nuevos modismos, coloquialismos y expresiones que pueden no estar actualizados en la base de datos de una IA. Los traductores humanos, por otro lado, están inmersos en el uso cotidiano del lenguaje y pueden reconocer y utilizar estas nuevas formas de expresión de manera adecuada. Esto es particularmente importante en la traducción de literatura, poesía y diálogos en guiones, donde el estilo y la emoción del texto original deben ser cuidadosamente preservados y transmitidos.

La precisión en campos especializados también es un desafío para la IA. Áreas como la medicina, el derecho o la tecnología requieren no solo un conocimiento profundo del idioma, sino también una comprensión técnica del tema. Un traductor humano con experiencia en el campo específico puede interpretar términos técnicos y jerga de manera más precisa que una IA, que podría carecer de la profundidad de conocimiento necesaria para captar las sutilezas de la terminología especializada.

Finalmente, la IA puede tener dificultades con la creatividad y la adaptabilidad. Los traductores humanos pueden reformular frases y elegir sinónimos para mejorar la fluidez del texto traducido, asegurándose de que suene natural en el idioma de destino. Pueden tomar decisiones estilísticas y lingüísticas que una IA, con su enfoque algorítmico, podría no ser capaz de replicar. Esta capacidad de adaptación es crucial en la traducción de textos creativos y publicitarios, donde el tono y el estilo son tan importantes como el contenido.

Para terminar, aunque la IA puede ofrecer traducciones rápidas y en muchos casos adecuadas, no puede igualar la exactitud, la comprensión cultural, la especialización técnica y la creatividad de un traductor humano. La traducción humana sigue siendo esencial para garantizar que el mensaje del texto original se comunique de manera efectiva y precisa en el idioma de destino.

 

Reflexión personal

Como reflexión final, he observado en los últimos años que la IA no es más que una herramienta que hace accesible ciertas habilidades a la mayor parte de la población. Personas que no saben dibujar pero tienen buenas ideas o ideas concretas, solo tienen que introducir una descripción en una IA y les hará el dibujo. Otras personas que necesitan una traducción rápida, buscar una información o escribir un libro, podrán usar estas IAS para obtener resultados medianamente buenos y rápidos, por los que normalmente tendrían que pagar o formarse para poder hacerlo ellos mismos.

Sin embargo, el gran problema de la IA, es que quien quiera buscar una pintura con una esencia humana y emocional no la encontrará, ni podrá obtener resultados exactos a lo que busca. Quien quiera una traducción concreta y profesional de un libro tampoco la obtendrá, ni podrá estar completamente seguro el que busque esa información.

Al final todos nos hemos olvidado de que la IA no es más que un programa con un conjunto de instrucciones precisas y una vastísima base de datos de donde sacar, pequeños trozos de cada cosa para formar un todo “único” que no sea una copia de informaciones concretas. De todo ello, solo podremos entonces obtener un mosaico de la realizad, que no serán más que partes rotas de un todo original y puro, creando mezclas y “chuchos” de algo que sin duda es una copia barata y alterada de lo real y autentico.

Nos conviene recordar a todos que la comodidad no vuelve más fuerte a nadie, ni el ahorro de esfuerzo vuelve a nadie más sabio y con más experiencia. No cambiemos nuestra naturaleza humana por algo que nos vuelva seres inútiles y sustituibles a cambio de la falsa ilusión de volvernos dioses al crear algo que pueda trabajar por nosotros.

Apuesta por el valor autentico y que no se puede sustituir, ni es una copia barata de nada: el valor humano.