Por lo visto estamos bastante lejos de ver una caída en el número medio de robos que hay en España al año. De hecho, parece que en lo que llevamos de 2019, apenas dos meses, ya se está notando un ligero aumento en lo que a número de robos se refiere. Los “amigos de lo ajeno” cada vez se organizan mejor y por mucha seguridad que utilicemos en nuestras viviendas o empresas, ellos se buscan las mañas para seguir robando. Solo nos queda un consuelo: ponérselo lo más difícil que podamos.
Lógicamente, si los ladrones se encuentran ante dos puertas, una con cerradura de calidad y alarma y otra con una cerradura corriente, es posible que vayan a por la cerradura corriente por el tema de la facilidad de entrada o el tiempo estimado que dedicarían a ese robo. Sin embargo, hay una corriente de expertos que asegura que los verdaderos profesionales del robo utilizan justamente la lógica a la inversa, pensando que cuanta más seguridad utilicemos, más objetos de valor hay dentro de la vivienda o empresa y, por lo tanto, es ahí donde se ha de intentar dar el golpe. Al final, por una cosa o por otras, no sabes qué es lo que debes hacer.
No obstante, yo soy de la opinión de que si alguien me quiere robar, tal vez lo consiga, pero yo no voy a ponérselo nada fácil. De hecho, cuántas más trabas se encuentren muchísimo mejor. Por eso hemos hablado con Segurmail, una empresa de seguridad de la capital, donde se estima que hay un robo de vivienda cada 26 minutos, lo que es verdaderamente alarmante.
Según los expertos de esta empresa, las mejores alarmas de hogar y negocio son aquellas que cuentan con una doble vía de comunicación. De esta forma, si los delincuentes consiguen desactivar, por ejemplo, la vía de la tarjeta GSM (que funciona como un teléfono con su propia conexión), aún seguiría funcionando la vía de comunicación de IP por cable al router de la vivienda o la empresa, o viceversa. De este modo, tanto la alarma como las cámaras de seguridad y demás sistemas, seguirían funcionando cuando los ladrones desactivaran la primera vía, lo que alertaría inmediatamente a la empresa de seguridad y a la policía a través de la segunda vía de comunicación.
Distribución de robos por distritos
Madrid, probablemente como cualquier otra ciudad española, tiene ciertas áreas o distritos que son más propensos a sufrir robos en viviendas y negocios que otras áreas. Sin embargo, los motivos para estos datos pueden ser muy diversos: desde la clase económica de los residentes en ese distrito hasta el mero hecho de que esa zona se encuentre en un punto óptimo para la huida de los delincuentes.
Actualmente, el distrito con más robos de media es “Puente de Vallecas”, seguido de cerca por “La Latina”, “Tetuán”, y “Hortaleza”. En el lado opuesto, los distritos con menos robos de media son “Moncloa”, “Centro”, “Vicálvaro” y “Barajas”, y la diferencia entre el distrito con más robos y el que menos es de 6 puntos, por lo que es notoria la diferencia.
Sin embargo, lo más preocupante de todo no es donde vivamos, aunque lógicamente eso afecta, sino que los asaltos a viviendas han aumentado un 2% en lugar de disminuir, es decir, que podemos aplicar el refrán ese de que “vamos para atrás como los cangrejos” (aunque he de matizar que los cangrejos caminan de lado, no hacia atrás).
Según un dato del estudio de Unespa (Asociación Empresarial del Seguro) corroborado tanto por la Policía Nacional como la Municipal, una vivienda madrileña tiene un 42% más de probabilidades de ser asaltada por ladrones que en el resto de España, y de ahí la preocupación de los residentes de la capital. Debemos tener en cuenta que si a todos nos alarma que el número de robos aumente a nivel nacional, a ellos les alarma el doble, pues hablamos de que están cerca de tener un 50% de probabilidades más que cualquier otro vecino español de ser víctima de un robo.
Nuevas técnicas
Dicho esto, hay que dejar claro que el típico robo a base de fuerza en empresas y viviendas, aunque sigue siendo el más utilizado, no es el único, y otras técnicas empiezan a cobrar fuerza:
- Robos de aluniceros
- Robos-Estafa: ladrones que se hacen pasar por revisores de luz, fontaneros, electricistas, etc.
- Robos con perros peligrosos
- Robos de bandas organizadas
- Robos en colegios
- Robos en fiestas patronales
- Etc.