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¿Cómo influye la saliva en nuestra salud?

Todos sabemos lo que es la saliva y en qué lugar de nuestro organismo se encuentra, pero, ¿realmente sabemos qué es la saliva, para qué se utiliza, qué función desempeña y cuál es la importancia que tiene en el cuerpo humano?

Veamos, la saliva es un fluido biológico de color claro, ligeramente ácido, inodoro y un poco viscoso producido por las glándulas salivares presentes en la boca. Estas glándulas salivares según su tamaño pueden ser mayores y menores. Las mayores son las encargadas de producir el 93% de la secreción salivar y las menores del 7% restante. Se calcula que la cantidad de saliva que segregan diariamente está comprendida entre 1 y 1,5 litros de saliva, que es lo que el cuerpo humano, en condiciones normales, necesita para realizar con normalidad sus funciones. Una producción en cantidades menores a estas, pueden ser considerada como anómala y derivar de unas condiciones determinadas, como puede ser por ejemplo una edad avanzada de la persona, puesto que, por norma general, con la edad disminuye la cantidad de producción de saliva, así como por el consumo de ciertos fármacos, por diversas patologías, etc. 

La regulación de la producción de saliva se encuentra bajo el control del sistema nervioso parasimpático, es decir, se produce de forma espontánea, aunque su producción también puede ser estimulada por factores físicos, químicos y psíquicos. Por ejemplo, la acción de masticar un alimento es la forma más eficaz de estimular las glándulas salivares, ya que al comprimir los músculos dichas glándulas, estas liberan gran cantidad de saliva.

Una disminución de producción en la cantidad de saliva o hiposalivación, conocido como xerostomía, es causa de un incremento muy acusado de caries dental, en la mayor parte de los casos con un desarrollo muy rápido, agresivo y sin apenas dolor o con dolor ninguno, por lo que si no se mantiene un cuidado especial la caries progresa con sorprendente rapidez. Por ello es indispensable el examen, exploración y diagnóstico por parte de un especialista. En la esta clínica dental en Hospitalet especializada en ortodoncia, ofrecen a sus clientes una gran variedad de servicios y tratamientos restauradores, preventivos y estéticos para pacientes de todas las edades y con todo tipo de necesidades, por lo que acudir a ellos es una de las mejores decisiones que podemos tomar a la hora de prevenir males mayores. 

La importante cantidad de agua presente en la saliva permite, entre otras cosas, que los alimentos se humedezcan y se disuelvan, percibiendo así mejor su sabor a través del sentido del gusto también presente en la boca.

Entre las funciones que tiene la saliva podemos señalar las siguientes:

  • Digestiva. El alimento al entrar en la boca se encuentra con la saliva, que permite lubricar y humedecer los alimentos para formar el bolo alimenticio, facilitar su deglución e iniciar la digestión.
  • Mantenimiento del esmalte de los dientes y de los tejidos blandos de la boca, proporcionando los minerales necesarios para ello, el calcio, flúor e iones fosfatos presentes en la superficie de los dientes.
  • Humidifica y lubrica la mucosa bucal y de los labios.
  • Ejerce su acción de barrera protectora contra agentes patógenos, proporcionando sustancias que combaten enfermedades en la boca y que ayudan a prevenir caries, u otro tipo de infecciones orales.  
  • Ayuda a eliminar de la boca, junto con la lengua y los labios, restos de alimentos, bacterias, hongos, virus, etc., lo que se traduce en un efecto de limpieza de la cavidad bucal.
  • Es un componente esencial para el sentido del gusto, pues contribuye al estímulo y excitación de las papilas gustativas, facilitando que estas puedan reconocer los distintos sabores de los alimentos.

¿De qué está compuesta la saliva?

En cuanto a su composición, en la saliva está presente fundamentalmente el agua en un 99,5%, el resto está formado por otros componentes como microorganismos, proteínas, vitaminas, ácido úrico, glucosa, bicarbonato, yodo, magnesio, fosfatos, potasio, sodio, etc. lo que la convierte en un fluido corporal muy complejo, posibilitando así que se utilice como una buena herramienta para el diagnóstico de enfermedades, pues a través de los cambios y modificaciones que pueden llegar a producirse en la cantidad de secreción de saliva y mediante diversos tipos de analíticas se podrá estudiar y determinar cómo progresan o avanzan las distintas patologías.