Vivimos tiempos que son difíciles, no hay que negarlo en absoluto. No podemos hacer oídos sordos ante la evidencia más absoluta que nos rodea. La economía estaba funcionando muy bien antes de la pandemia, pero empezó a venirse abajo con la llegada del coronavirus. Después, llegó una cierta recuperación, pero se frustró con el conflicto entre Rusia y Ucrania, que disparó la inflación y puso en riesgo la salud de las empresas y la economía de las familias. No ha sido una situación fácil de manejar ni mucho menos. Los aranceles que propone Donald Trump tampoco han ayudado mucho a que la situación se estabilice.
El resultado de todo esto es que hay mucha más incertidumbre ahora que en muchos momentos en los que la economía ha funcionado bien. Y ya sabréis que la incertidumbre es la peor amiga que nos podemos echar a la espalda en materia económica. No cabe la menor duda de que estamos hablando de una situación bastante peliaguda y que va a generar innumerables problemas a todas las empresas, que son el motor de la economía y que necesitan de la gasolina de la estabilidad para seguir creciendo y generando beneficios, además de puestos de trabajo. A día de hoy, las empresas se enfrentan a una gran cantidad de problemas que, en cierta medida, vienen generados por esa incertidumbre y que vamos a mencionar a continuación.
La inestabilidad de los mercados
Este es el primero de los factores que destaca una noticia publicada en el diario El País, junto a los ciberataques o los nuevos modelos de negocio. Se trata de una de las situaciones más comunes en tiempos de crisis económica o de crisis políticas. Los mercados son susceptibles de encajar cualquier problema de índole social o económico y provocar verdaderos problemas en las empresas, en los bancos y en las familias. Por ese motivo, todo el mundo permanece atento a su evolución. Nadie puede pedir que no se notara el tema de la guerra entre Rusia y Ucrania y nadie en su sano juicio, por supuesto, podría pensar que los aranceles de Trump no iban a tener un impacto en los mercados europeos. La economía funciona así y no va a cambiar. La estabilidad es un escenario que se cotiza alto pero que no siempre se puede llegar a cumplir.
Son muchas las empresas que, en momentos de inestabilidad de los mercados, reducen el gasto para tratar de hacer frente a otros problemas que puedan existir en momentos así, como la falta de liquidez. imaginad, por tanto, lo difícil que puede resultar tener que abrir un negocio en un momento así. Cuando hay inestabilidad y se abre una empresa, dicho negocio no puede dejar de invertir un dinero en promocionarse y en empezar a darse a conocer entre su público objetivo. No puede controlar tanto el gasto porque necesita realizarlo para darle vida a su actividad. Probablemente tenga que comprar maquinaria y empezar a invertir un dinero en un local. Y, cuando tienes que invertir en un periodo de cierta inestabilidad, puedes tener problemas.
La falta de liquidez
Sin duda, estamos ante uno de los problemas más evidentes para las empresas en los tiempos que corren. El no tener dinero en caja limita de una manera muy grande toda inversión que pueda realizar una empresa. Y también afecta a aspectos tan fundamentales como el pago a proveedores y a los mismos empleados. Por tanto, estamos hablando de uno de los asuntos a los que ningún empresario se quiere enfrentar en ningún momento de su trayectoria. Lo cierto es que no se puede tener una posición más incómoda que la que implica tener una falta de liquidez.
¿Por qué se produce una falta de liquidez? Puede ser por varios motivos. Es posible que hayamos visto mermadas de manera considerable nuestras ventas y también puede ser que hayamos sido víctimas de la morosidad por parte de algunos clientes. Suelen ser los casos más comunes y los que, tristemente, suponen la realidad de muchos negocios. Como es lógico, una empresa que sea de mayor tamaño tendrá la posibilidad de hacer frente de mejor manera a este tipo de problemas, pero las pequeñas y medianas empresas apenas tienen margen de maniobra cuando se les presenta una situación así. No es una situación justa ni mucho menos.
Los problemas de liquidez y de flujo de caja están dentro de la categoría de principales tipos de riesgos económicos según Work Capital. Por suerte, y según nos indican desde la misma entidad, existen sistemas que a día de hoy permiten que las empresas puedan anticipar el cobro de sus facturas e incluso de los pagarés, algo que les proporciona la liquidez suficiente como para seguir adelante y no tener que verse con el agua al cuello. Estamos hablando de una situación que lógicamente no es la ideal, pero que permite salir adelante a miles de negocios cada año. Normalmente, suelen usarse estas vías en momentos concretos, no de manera permanente, lo cual nos deja algo más tranquilos.
Los ciberataques
Vivimos en una sociedad que está más pendiente que nunca de todo lo que rodea al mundo digital. Es algo que nos parece lógico porque, a fin de cuentas, todo lo que sea digital nos permite agilizar el trabajo que desempeñamos y nos permite tener resultados que sean más comprobables que los que se realizaban antes. Pero el mundo digital presenta un problema principal y es el que está directamente ligado a los ciberataques. Este es uno de los principales problemas a los que se enfrentan las empresas a día de hoy, empresas que tienen en la nube o dentro de cualquier ordenador todos los datos que guardan relación con su negocio.
El diario El Economista publicó en su página web algunos datos relacionados con los ciberataques que asustan de lo lindo. En concreto, se mencionaba que los ciberataques crecieron un 15% en nuestro país durante el año 2024, afectando de este modo al 45% de las empresas. Algunos son más importantes que otros, no cabe duda, pero son cifras que nos tienen que hacer reflexionar porque exhiben de una manera clara nuestra vulnerabilidad. Los peligros a los que se enfrenta una empresa que ha sufrido un ciberataque son muchísimos y la verdad es que nadie quiere pasar por una situación como la que estamos describiendo porque, hablando claro, puede ser el final de la vida del negocio.
El aumento de los costes de producción
Es evidente que este es un asunto que iba a salir en esta lista porque genera bastante preocupación. Y no es para menos. Desde que empezaron los problemas en el este de Europa, los suministros se han encarecido mucho y las materias primas han seguido una evolución similar. Las empresas han tenido que asumir esos sobrecostes y, por desgracia, han tenido que rebotar esos costes más altos en sus clientes, algo que ha hecho que pierdan a alguno de estos clientes por el camino. El camino opuesto, el de asumir sobre sus márgenes estos sobrecostes, también implica problemas de gravedad para la salud de los negocios.
También se debe tener en cuenta que los salarios o la mayoría de ellos van creciendo con el paso de los años y que eso también implica un coste para la empresa. Dependiendo de la cantidad de empleados que se tengan en nómina, a veces este asunto puede influir más o menos, pero lo cierto es que las empresas en general se tienen que acostumbrar a disponer de más dinero para el pago de nóminas si quieren retener el talento con el que cuentan, si quieren seguir ofreciendo los servicios que tienen en cartera o fabricando los productos que se encargan de elaborar.
Como veis, son muchas las situaciones que pueden preocupar a los empresarios y a los dirigentes de cualquier negocio, por muy grande o pequeño que sea. Y es que hay que estar preparados para afrontar este tipo de situaciones y tener la sangre fría para tomar las decisiones correctas en el momento oportuno de cara a que el negocio no sufra las consecuencias de la inestabilidad económica, política o social que se pueda estar viviendo en un país o en una región determinada. Afrontar con decisión las situaciones más difíciles es lo que permite que una empresa salga reforzada cuando pasa la tormenta.
Siempre van a existir problemas en el ámbito empresarial. Si no es alguno de los que hemos comentado a lo largo de todos estos párrafos, será otro completamente diferente. Podemos pasar por cualquiera de las cosas que hemos mencionado y, cuando las hayamos superado, tener el problema de que tengamos que pagar una gran cantidad de impuestos, un melón que no hemos abierto en estas líneas. Ser emprendedor es una lucha constante y nos tenemos que habituar a pelear en estos contextos. Si lo hacemos, tendremos la capacidad para salir adelante.