El principal objetivo que tienen los masajes tántricos es el de poder elevar la capacidad de pasarlo bien con las sensaciones de nuestro cuerpo. En los países occidentales se define como energía, emoción y erotismo. Es una prácticamente relacionada con la sexualidad y por otro lado con la sexualidad.
Los masajes tienen el objetivo del disfrute, algo que se consigue aumentando la capacidad de disfrutar de las sensaciones corporales. Esta es la forma en que la persona puede aprender a ir retrasando el clímax por un cierto tiempo, a fin de sentir más placer y que así intervengan todos los sentidos de forma tranquila y natural.
Todo esto hace fácil entender las razones por la que los masajes tántricos son toda una moda. En el siglo XXI, donde el estrés y la vida diaria van a un ritmo endiablado, muchas personas tienen ganas de parar y volver a sentir. Además de esto aumenta la sexualidad y sus habilidades de carácter erótico.
¿Para qué personas es conveniente un masaje tántrico?
Toda clase de personas pueden conocer y practicar este masaje. Hay personas cansadas de la rutina sexual, otros tienen la necesidad de ir estableciendo vínculos más profundos en los encuentros íntimos o a parejas que quieren recuperar el deseo. No son pocos los sexólogos que recomiendan estos masajes sensuales para todos aquellos que quieran adentrarse en ellos.
Existen muchos tipos de masajes tántricos, todo ello de acuerdo a las necesidades y a cómo sea la receptividad de las sensaciones corporales. Todo esto hace que el masaje sea más sensitivo y hace posible el explorar zonas erógenas nuevas.
Los beneficios del masaje tántrico
Estamos hablando de algo más que una experiencia de carácter sexual. A nivel de la salud, colaboran a potenciar y desarrollan una tendencia. Vas a poder aprender a restirar, acariciar y utilizar el tacto. Las meditaciones corporales de placer tienen gran atractivo.
Conviene decir que, además de reducir nuestros niveles de ansiedad y darnos un mayor conocimiento de nuestro cuerpo, donde los masajes tántricos nos dan un equilibrio entre cuerpo y mente, todo ello mediante la relajación, mejorando el estado de ánimo general y las relaciones en pareja. Todo esto conforma una experiencia de lo más positivo y una oportunidad inmejorable para conocerse de manera íntima.
En el mundo del masaje tántrico en España, Maite Domenech es una de las especialistas más reputadas. Experiencia de muchos años y saber comunicar se concitan en ella. El masaje Tantra tiene alta sensualidad, siendo una herramienta magnífica con la que podemos mover toda nuestra energía sexual y subirla hacia nuestro corazón, por lo que puede llevar a un extasis impresionante.
En el tantra, aunque se trabaja con la energía sexual y los órganos sexuales, lo principal está en la mente y es uno de los actos de amor más mágicos que se pueden llegar a compartir. Todas estas prácticas siempre se realizan con el debido respeto y conscientemente, algo que no tiene claro mucha gente novata en estas lides.
En el caso particular de Maite Domenech, destacan los talleres en los que se practican varias técnicas que aumentan nuestras sensaciones y sentidos para poder llevar todas estas técnicas al objetivo. Lo importante siempre es llegar a conocernos más y lograr una comunión con nuestro cuerpo.
Estamos ante unas técnicas que merecen la pena ser tenidas en cuenta y donde se puede sentir y moverse por sentimientos. Una vez todo se aprende, la mayor parte de las prácticas se hacen por amor, donde la técnica importa, pero menos de lo que podría pensarse.
Como has podido ver, merece la pena adentrarse en el tantra, una práctica que suele gustar mucho a todos aquellos que apuestan realmente por ella. Está claro que los beneficios son evidentes, por lo que, si te atrae lo que has leído, seguro que te animas a probar.
La vida que llevamos a veces no nos deja pararnos a disfrutar realmente de las cosas más sencillas o de experiencias corporales o sexuales que pueden llevarnos al extasis y donde la naturaleza, unido a unas técnicas tienen mucho que decir.
Así que ya sabes, solo tienes que ir a un centro y entrar en la nueva dimensión que supone practicar el masaje tántrico.