Alquilar una vivienda o cualquier tipo de inmueble, puede suponer un verdadero quebradero de cabeza tanto para el arrendador como para el arrendatario. La búsqueda de piso o de inquilino, es en muchas ocasiones una odisea que culmina con una toma de decisiones rápida y errónea. Realmente, resulta muy complicado acertar, fiarte de que el inquilino no te la juegue o de que el propietario cumpla con su parte del contrato, no es tan sencillo como parece.
Cada año, el sector inmobiliario se torna más difícil de abordar. Sea para adquirir vivienda en propiedad, sea para alquilar, las complicaciones acechan si no tomas la elección correcta. La desconfianza impera en el sector, sobre todo, cuando se trata de alquileres. Al fin de cuentas, una compraventa no establece una relación vinculante a largo plazo como ocurre en el caso del alquiler.
Impagos, destrozos de los inmuebles o problemas con los vecinos, son algunos de los problemas que acucian a los propietarios. Viviendas en mal estado, problemas que debe atender el propietario y no atiende, son los que preocupan a los inquilinos. Para evitar esta serie de resquemores, existen los profesionales de la gestión integral de alquileres, un servicio que ofrecen agencias inmobiliarias como SegoHouse.
Como sabemos, alquilar una vivienda reviste cierta complejidad en el momento actual. Antaño, era tan sencillo como que un propietario quisiera alquilar a un inquilino, de forma directa y sin intermediarios. Ahora, debido a esas preocupaciones que rondan la cabeza de una y otra parte, dadas las circunstancias actuales del mercado y los innumerables requisitos legales que hay que cumplir para que todo sea correcto, es inevitable recurrir a intermediarios que se encarguen de llevar a cabo todas esas gestiones y trámites.
Si bien es cierto que un propietario puede realizar todas estas tareas, del mismo modo que un inquilino puede efectuar su parte, hay una manera de librarse de todo el embrollo que supone y pasarle la pelota, a otro. No, no hablamos de pasarle la patata caliente a tu pareja, tu madre, tu padre o tu hijo. Hablamos de transferir todas las competencias y delegar lo que supone un alquiler de larga duración en profesionales cualificados y encantados de encargarse de la labor.
De esta manera, te quitas problemas de en medio, minimizas tus dolores de cabeza y te ahorras un trabajo que, a todas luces, harán mejor que tú. No porque no seas capaz de hacerlo, sino porque la desgana que acompaña estas tareas, no permite mucho esfuerzo.
Este tipo de servicio, cada vez más presente en las asesorías y agencias inmobiliarias, se conoce como gestión integral del alquiler y vamos a explicar, a lo largo de este post, en que consiste.
De que va el asunto
El asunto va de algo muy sencillo en realidad: la gestión del alquiler es un servicio que se enfoca en personas que, poseedoras de un inmueble, desean alquilarlas, pero no pueden (o no quieren) ocuparse de las gestiones que requiere.
¿Cuáles son esas tareas? Entre otras, publicar anuncios, mover la propiedad para buscar inquilinos, preparar la vivienda, atender a los posibles inquilinos, responder llamadas y resolver dudas. Todo esto, solo para encontrar quien habite nuestro inmueble. Una vez cumplida esta misión, la cosa continua con la reparación de averías en caso de que se produzcan, atender las posibles incidencias, gestionar los pagos y, por supuesto, lidiar con los impagos que haberlos, hay los. Esto es así durante el tiempo que la vivienda se encuentre alquilada.
Una vez finaliza el contrato, aun quedan pendientes algunas tareas como la de revisar que el piso este en buen estado, tal y como fue alquilado, evaluar los posibles desperfectos si los hay y devolver la fianza a cambio de las llaves.
Todas estas tareas, se traducen en tiempo. Un tiempo que puede ser muy valioso en según qué circunstancias. Y eso sin contar que, alquilar una vivienda puede convertirse en una pesadilla, aunque debería ser justo lo contrario.
No pasa nada, la gestión integral del alquiler es el servicio que ha llegado para quedarse y dejar que otros, se ocupen de la faena, lo hagan con gusto y de manera efectiva. Contratar un servicio de gestión integral del alquiler implica que ellos se encarguen de la preparación de la vivienda para el alquiler, gestionar la documentación necesaria, hacer unas buenas fotografías para promocionar el piso; gestionar y atender las visitas, buscar inquilinos solventes y fiables, redactar el contrato, etc. Todo esto, antes de alquilar la vivienda y, contra todo pronóstico, mientras que lo habitual es que ahí termine la relación, en este caso, durante el tiempo que dure el alquiler, actuaran como mediadores entre arrendador y arrendatario, gestionarán los problemas con el inquilino y tomarán las medidas pertinentes en caso de impago.
Finalizado el contrato de alquiler, ellos mismos se ocuparán de revisar que se hay cumplido el contrato, gestionarán la devolución de la fianza y volverán a empezar el proceso. Todo esto sin que el propietario tenga que hacer nada, salvo contratar el servicio.
Problema resuelto
En realidad, para muchos propietarios, es un problema. Todo lo que implica alquilar un inmueble, puede generar diferentes problemas. Con un servicio de gestión integral del alquiler, inevitablemente, el propietario se ahorra incontables quebraderos de cabeza, ya que abarca todo el proceso en su conjunto y el propietario puede desentenderse en gran medida.
Precisemos un poco más sobre todos los beneficios que conlleva este servicio y en que puntos alivia la carga que supone llevar a cabo las gestiones necesarias para que, el alquiler, llegue a buen puerto:
- Promocionar la vivienda para encontrar inquilino. Esta es, sin lugar a dudas una de las primeras tareas que va a llevar a cabo la inmobiliaria. Preparar todo para que el anuncio del inmueble resulte atractivo y dar visibilidad al mismo a través de portales inmobiliarios fiables para atraer al público es algo que los propietarios no entusiasma demasiado. De esta manera, puede delegar en profesionales que sacaran todo el provecho a la hora de anunciarse de forma efectiva.
- Buscar el inquilino adecuado y que sea solvente. Es inevitable que al propietario le acucie la inseguridad respecto al posible inquilino. En este sentido, la agencia se encarga de seleccionar un inquilino solvente, responsable y puntual en los pagos, que sea respetuoso con el inmueble y los vecinos.
- Gestionar las visitas al piso, es otra tarea que requiere tiempo y dedicación. No siempre apetece hacer de guía turístico de tu vivienda, al mismo tiempo que ejerces de comercial, brindas atención al cliente y sometes a examen al interesado. Resulta engorroso en muchas ocasiones tener que dedicar tiempo a esta tarea en cuestión. Con un servicio de gestión integral, olvidarse de esta cuestión, es posible.
- La redacción del contrato, también corre a cargo del servicio. Por mucho que nos empeñemos, no todos somos abogados ni expertos en legislación. Redactar un contrato que no nos traiga problemas es otro aspecto que se puede delegar en la agencia sin necesidad de contratar a un abogado.
- Por último y, sin duda, lo más delicado, la gestión de impagos. Lo más habitual es contar con un servicio de alquiler garantizado que cubra este tipo de situaciones, a todas luces, incomodas. La gestión integral del alquiler, cubre igualmente este aspecto para asegurar el pago de la renta mes a mes, pase lo que pase y pese a quien pese.
Resulta más que interesante poder contar con la posibilidad de contratar un servicio de esta categoría. Delegar todas estas funciones y tareas en un profesional cualificado y motivado, es una excelente opción.
Antes de finalizar, destacar otro aspecto, todavía poco conocido y algo novedoso que aun no se incluye en la mayoría de las agencias de gestión inmobiliaria. Dentro del sector inmobiliario empieza a imponerse el family office que hacer referencia a la gestión de un gran patrimonio inmobiliario.
Aquellas familias que poseen un gran patrimonio de viviendas, delegan en terceros todo lo relacionado con las gestiones de alquiler. Si gestionar un solo inmueble puede convertirse en toda una tortura, hacerlo con un gran patrimonio puede convertirse en una auténtica pesadilla.
A razón de este modelo de gestión, el sector inmobiliario trabaja cada día para ofrecer y mejorar los servicios más específicos en estos casos. Lo que supone abarcar un mayor campo de acción y ofrecer la posibilidad de gestionar una vivienda, un edificio entero o una mancomunidad.
Para concluir, hacer una breve alusión a los costes que conlleva contratar un servicio de gestión integral del alquiler. Basta con saber que suele ir en función del precio de alquiler de la vivienda. La mayoría de las agencias disponen de una tabla de precios que va desde el mínimo establecido que puede rondar los setecientos euros hasta los mil y, a partir de dicha cantidad, se cobra un porcentaje sobre el precio del alquiler. Las cuotas son mensuales y cubren la gestión de las incidencias y el seguro de impago.
A falta de valorar si compensa o no, solo queda recurrir a este tipo de servicios para comprobar si es la mejor opción. A buen seguro que, en muchos casos, lo es.