En los últimos años, se ha introducido en los colegios la figura del maestro de audición y lenguaje. Un pedagogo de refuerzo que ayuda a resolver los problemas que presentan los niños, en especial los más pequeños, respecto al habla. A menudo se confunde con un logopeda. Son dos profesiones diferentes, pero complementarias. Veamos en qué consiste cada una de ellas, sus diferencias y como ambas colaboran entre sí.
Un maestro en audición y lenguaje es un pedagogo terapéutico especializado en el lenguaje y la expresión oral. Trabaja en el ámbito de la escuela, principalmente en educación infantil. Mientras un logopeda es terapeuta, relacionado con temas físicos.
El blog «Actividades Infantil» remarca que los problemas del habla en los niños influyen en su integración en el colegio, su relación con otros niños y su aprendizaje. No es un tema baladí.
Algunos de estos problemas tienen un origen físico. Problemas auditivos del niño, anomalías del aparato fonador (el frenillo de la boca), problemas al respirar. Otras veces es por razones ambientales (refuerzo de fonemas incorrectos porque el niño hace gracia, limitación del vocabulario, traumas, etc.) y en otras ocasiones es solo por un asunto de evolución o inmadurez. Cada niño tiene un ritmo de aprendizaje.
Sea como sea, es importante tratarlo. Los niños son muy sensibles y si ven que se burlan de ellos, se vuelven más retraídos y se esfuerzan menos en comunicarse con los demás y aprender. También hay niños que se rebelan, piensan que los adultos quieren corregirlos y se enfadan. No es que sean malos. Simplemente, no saben lo que les pasa, ni cómo resolverlo.
El colegio es un ámbito adecuado para tratar estos problemas, pero no el único.
El maestro en audición y lenguaje.
Los maestros en audición y lenguaje son pedagogos especializados en la intervención de trastornos del habla, del lenguaje y de la comunicación. Trabajan codo con codo con el tutor del niño y con el equipo docente de la escuela. Este preparador de oposiciones AL online a distancia, una academia que prepara oposiciones a maestro en audición y lenguaje, nos comentan que se trata de profesional especializado que se integra cada vez con más frecuencia en los colegios de educación infantil.
Estos profesionales han recibido una formación específica en pedagogía terapéutica y psicopedagogía relacionado con el lenguaje y están capacitados para llevar a cabo evaluaciones y tratamientos de problemas de comunicación, tanto de carácter oral como escrito.
Entre las funciones se encuentran:
- Evaluación y diagnóstico de trastornos del habla, lenguaje y comunicación.
- Elaboración de programas de intervención personalizados y adaptados a cada caso, en función de las necesidades específicas de cada niño.
- Intervención directa para mejorar la comunicación del niño, ya sea mediante la estimulación del lenguaje, el trabajo de la articulación de los sonidos, la mejora de la fluidez verbal, etc.
- Asesoramiento y orientación a los padres sobre cómo fomentar el desarrollo del lenguaje y la comunicación en el entorno familiar.
- Colaboración con otros profesionales del ámbito sanitario y educativo en la atención integral de trastornos del lenguaje y la comunicación.
Algunos ejemplos de trastornos que pueden tratar un maestro en audición y lenguaje son:
- Disfasia: trastorno del lenguaje que se caracteriza por una alteración en la comprensión y expresión del lenguaje.
- Dislexia: trastorno específico de la lectura, que dificulta el aprendizaje de la lectura y la escritura.
- Tartamudez: trastorno de la fluidez verbal que se caracteriza por la repetición o bloqueo de sonidos o palabras.
- Retraso en el lenguaje: retraso en el desarrollo del lenguaje que puede afectar a la expresión y/o comprensión del mismo.
Los maestros en audición y lenguaje se encargan, desde sus clases de refuerzo, a potenciar el desarrollo cognitivo y social de los niños, y a mejorar su aprendizaje.
El logopeda.
Nos dice la web de la Escuela Clínica de Ciencias de la Salud que un logopeda trabaja el campo cognitivo, el físico y el fisiológico. No solo ayuda a pronunciar bien, mejora el uso de la voz con terapia postural y enseña a utilizar la respiración para tener una expresión oral fluida y prevenir ciertos trastornos médicos. Su trabajo no solo se limita a los niños, son importantes para minimizar los efectos de enfermedades degenerativas como la demencia.
El logopeda es un profesional sanitario. Especializado en el diagnóstico, tratamiento y prevención de los trastornos de la comunicación, tanto en el ámbito oral como escrito. Su campo de trabajo abarca desde la infancia hasta la edad adulta y la tercera edad. Su objetivo principal es mejorar la calidad de vida de las personas que presentan dificultades en el habla, la voz, la fluidez del lenguaje y la comunicación en general.
Estos profesionales pueden trabajar en diferentes ámbitos, como hospitales, clínicas privadas, centros educativos, centros de atención primaria, etc. En estos sitios, el logopeda evalúa el nivel de desarrollo comunicativo del paciente, así como los trastornos que pueda presentar. Una vez hecho esto, establece un plan de tratamiento personalizado y adaptado a las necesidades de cada paciente. Entre las funciones se encuentran:
- Evaluación y diagnóstico de los trastornos del lenguaje, la voz y la comunicación en general.
- Diseño de programas de intervención individualizados.
- Terapias que pueden incluir técnicas de relajación, de autocontrol, ejercicios respiratorios, etc.
- Asesoramiento a padres, familiares y profesionales implicados en el desarrollo del paciente.
- Prevención de los trastornos del habla y del lenguaje, mediante la promoción de hábitos de comunicación saludables y la detección temprana de posibles dificultades.
- Colaboración con otros profesionales sanitarios y educativos para la atención integral del paciente.
Entre las patologías que pueden tratar se encuentran:
- Trastornos del habla: dislalia, disartria, disfemia (tartamudez), etc.
- Trastornos del lenguaje: afasia, disfasia, trastornos específicos del lenguaje, etc.
- Trastornos de la voz: disfonía, nódulos, pólipos, etc.
- Trastornos de la comunicación: autismo, trastornos del espectro autista, síndrome de Asperger, etc.
La principal diferencia entre el maestro en audición y lenguaje y el logopeda radica en que el primero se enfoca en la prevención y detección temprana de posibles dificultades en el desarrollo del lenguaje, mientras que el segundo se centra en el tratamiento de trastornos específicos de la comunicación. El primero se mueve en un ámbito educativo, mientras el segundo lo hace en el entorno sanitario.
Dos actividades complementarias.
Si un niño tiene dificultades para articular y coordinar los músculos de la boca, para pronunciar determinadas palabras o frases, si balbucea o tartamudea y tiene un maestro de refuerzo en el colegio, especializado en audición y lenguaje, no es razón para no llevarlo al logopeda.
Como hemos visto, se trata de dos profesionales diferentes que trabajan en ámbitos distintos. Aunque el pedagogo durante la carrera ha estudiado nociones básicas de logopedia, él es un educador, no es un facultativo médico. Lo que nos interesa a los padres es que nuestros hijos se recuperen, y la labor de los dos profesionales en este campo es importante.
Por lo general suele haber una coordinación entre ambos. El logopeda ha diagnosticado un problema físico. El niño suele acudir a terapia una o dos veces a la semana. Sin embargo, va al colegio todos los días. El logopeda puede marcar una serie de pautas, que el pedagogo puede ir implementando cuando trabaja con el niño.
El maestro en audición y lenguaje realiza una labor educativa, que marca más aún el desarrollo del niño. Todo esto se hace sin olvidar al resto del equipo docente. Todos forman un grupo de trabajo que interviene en la misma dirección.
Desde luego, no se puede olvidar el papel tan importante que cumplen los padres. La familia es el ámbito natural de desarrollo del niño. Es su principal fuente de aprendizaje. Al mismo tiempo que los padres facilitan información valiosa sobre el entorno de su hijo, como se relaciona y cuáles son sus necesidades, lo cual ayuda a perfilar los planes de actuación, el pedagogo puede marcar estrategias a seguir en casa que ayuden a que el niño supere sus problemas.
Con frecuencia los niños sufren situaciones de estrés derivadas de sus problemas de comunicación. Estas se dan con más facilidad en el hogar, donde el niño se siente más cómodo y actúa con más naturalidad. La comunicación que tengan los padres con el maestro en audición y lenguaje, puede ayudar a resolver estos momentos tan incómodos.
Es fundamental que tanto el logopeda como el maestro en audición y lenguaje involucren a los padres en el tratamiento de su hijo. No solo que acudan para informarse de los progresos. La participación activa de los padres es decisiva para que todo el trabajo que se está realizando concluya con éxito.
No se puede pensar que si el niño habla mal, ya se le pasará con el tiempo. Hay que tomar cartas en el asunto. Averiguar qué es lo que le sucede y ver cómo solucionarlo. Esto hará que el niño crezca más sano y feliz. Para lograrlo, el maestro en audición y lenguaje y el logopeda son de gran ayuda, y desde luego, no son lo mismo.