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¿Llevarte a tu bebé de viaje? Esto es todo lo que necesita.

En las últimas décadas, las familias han experimentado transformaciones notables en sus dinámicas y en la forma en que gestionan su tiempo libre. Uno de los cambios más evidentes es la tendencia de muchos padres a dejar a sus hijos pequeños al cuidado de los abuelos cuando deciden tomarse unas vacaciones. Esta práctica, aunque aparentemente es conveniente, puede tener repercusiones no solo para los abuelos, sino también para los mismos niños.

Para muchos padres, la idea de unas vacaciones sin hijos es sinónimo de descanso y desconexión total. Sin embargo, esta decisión puede influir negativamente en el desarrollo emocional y social del niño. Los primeros años de vida son cruciales para establecer lazos de apego y seguridad con los padres. Dejar a los pequeños durante períodos prolongados puede generarles ansiedad por separación y sentimientos de abandono, aunque sea temporal. Además, perder la oportunidad de compartir experiencias nuevas puede limitar su capacidad de adaptación y curiosidad natural.

Por otro lado, los abuelos, aunque amorosos y siempre dispuestos a ayudar, también pueden verse afectados por esta situación. Asumir la responsabilidad completa del cuidado de un niño pequeño durante varios días o semanas puede ser física y emocionalmente agotador, especialmente cuando se trata de niños difíciles o desobedientes. A medida que envejecen, es posible que no tengan la misma energía y paciencia que tenían cuando criaron a sus propios hijos. Esta carga adicional puede repercutir en su salud y bienestar general.

Destinos perfectos para viajar con bebés.

Afortunadamente, existen muchos destinos que no solo son adecuados para viajar con bebés, sino que también pueden ofrecer beneficios para su salud y desarrollo. Aquí te presento algunos lugares ideales para tus vacaciones en familia:

  • Playas tranquilas: las playas con aguas calmadas y arenas suaves, como las que se encuentran en Menorca o algunas calas de la Costa Brava, son perfectas para los bebés. El contacto con la arena y el agua no solo es una experiencia sensorial enriquecedora, sino que también el aire marino es beneficioso para las vías respiratorias de los pequeños.
  • Montaña y naturaleza: lugares como los Pirineos o los Picos de Europa ofrecen un entorno tranquilo y saludable. El aire puro y las caminatas tranquilas en la naturaleza pueden fortalecer el sistema inmunológico del bebé y proporcionarle una exposición temprana a la biodiversidad.
  • Ciudades con parques y zonas peatonales: ciudades como Valencia, con su impresionante parque del Turia, o Vitoria, conocida por sus extensas zonas verdes, son excelentes para pasear con un carrito de bebé. Los parques son un lugar seguro para que los niños pequeños jueguen y exploren, mientras los padres disfrutan de un ambiente relajado.
  • Termas y balnearios adaptados: algunas estaciones termales, como las de La Garriga o Caldes d’Estrac, cuentan con instalaciones adaptadas para familias con bebés. Los beneficios de las aguas termales son conocidos y pueden ayudar a relajar a los más pequeños, favoreciendo un mejor descanso.
  • Destinos rurales: pasar unos días en una casa rural en Asturias o Galicia puede ser una experiencia maravillosa para los bebés. El contacto con animales, el aire limpio y la tranquilidad del entorno rural son ideales para el desarrollo temprano.

Todo lo que necesitas para viajar con tu bebé.

Para que tu viaje sea un éxito y a tu bebé no le falte de nada, es esencial una buena planificación. Aquí tienes una lista de 7 cosas que debes llevar tanto para el trayecto como para la estancia:

  • Para el viaje:
    1. Documentación: asegúrate de llevar el DNI o pasaporte del bebé si es necesario, así como el libro de familia y la tarjeta sanitaria.
    2. Silla de coche: fundamental para los desplazamientos en coche. Asegúrate de que esté correctamente instalada y sea adecuada para la edad y peso del bebé.
    3. Carrito de bebé: como nos comentan desde The Baby House, debemos escoger preferiblemente uno que sea ligero y fácil de plegar. Por otro lado, un portabebés ergonómico también puede ser muy útil para trayectos cortos o para zonas donde el carrito no sea práctico.
    4. Bolsa de pañales: lleva suficientes pañales para el viaje, toallitas húmedas, crema para el cambio de pañal y una esterilla portátil para cambiar al bebé en cualquier lugar.
    5. Ropa de repuesto: siempre es recomendable tener al menos dos cambios de ropa extra, ya que con los bebés nunca se sabe.
    6. Alimentos y biberones: si tu bebé toma leche de fórmula, lleva suficiente para el trayecto. Si está en la etapa de sólidos, asegúrate de llevar aperitivos saludables y fáciles de comer.
    7. Juguetes y entretenimiento: llevar algunos juguetes pequeños y libros será necesario para mantener al bebé entretenido durante el viaje.
  • Para la estancia:
    1. Cuna de viaje: muchas veces los alojamientos ofrecen cunas, pero siempre es mejor verificarlo con antelación. Si no, una cuna de viaje portátil puede ser muy útil en estos casos.
    2. Ropa adecuada: lleva suficiente ropa para toda la estancia, teniendo en cuenta el clima del destino. No olvides incluir pijamas, calcetines y gorros si es necesario.
    3. Artículos de higiene: champú y gel de baño para bebés, una toalla suave, cepillo para el pelo y crema hidratante, no esperes encontrarte estas cosas en todos los alojamientos.
    4. Medicamentos y botiquín básico: termómetro, paracetamol infantil, crema para las rozaduras y cualquier medicamento que tu bebé pueda necesitar.
    5. Monitor de bebé: si el alojamiento es amplio, un monitor de bebé puede darte tranquilidad mientras tu pequeño duerme y tú te relajas en otra habitación.
    6. Protectores solares y mosquiteras: si vas a un destino soleado o con insectos, debes proteger la piel delicada del bebé y evitar las picaduras.
    7. Toallitas desinfectantes y gel hidroalcohólico: para mantener la higiene en lugares públicos y antes de manipular la comida del bebé.

Llevar a tu bebé de viaje puede parecer una tarea desalentadora y complicada, pero con la planificación adecuada puede convertirse en una experiencia enriquecedora para toda la familia.