El 16 de octubre es el Día Mundial del Pan, un alimento esencial que no puede faltar en una dieta sana. Se recomienda consumir pan saludable porque crea menos intolerancias.
«El llamado pan saludable, con masa madre, es el que se comía hace cincuenta años, era nutritivo y no le sentaba mal a nadie. Fue capaz de combatir la hambruna que existía en aquella España. Lo que sucede ahora es que tomamos un pan poco nutritivo, que rompe el índice glucémico y hace a las personas intolerantes», dice el doctor Félix López Elorza , especialista en bioquímica clínica y presidente de la Sociedad Andaluza para el Estudio de Intolerancias Alimentarias.
Un pan saludable debe ser dorado, esponjoso hasta el quinto o el sexto día. Además, al cortarlo no debe descascarillarse.
«Un pan que está fermentado lentamente hace que desaparezcan todas las proteínas, y se quedan en forma de aminoácidos que se absorbe con mayor facilidad por nuestro tubo digestivo. Lo mismo pasa con los azúcares, ya que prácticamente todos están destruidos gracias a la fermentación, por lo que un diabético puede comer este tipo de pan sin que rompa su límite glucémico», comenta el experto.
«Si un pan es rápido e industrial, lo que te estás comiendo es una madeja de proteínas y de azúcares, que no es saludable y que lo tienes que fermentar por tu cuenta en el tubo digestivo, ya que no se ha hecho antes a la hora de elaborar el pan. Ahí arranca el problema», añade.
Un pan industrial no tiene las mismas propiedades nutricionales que un pan que ha pasado por un proceso de fermentación de un mínimo de 16 horas. Con este pan puedes apreciar hasta 200 notas aromáticas, tanto en la corteza como en la miga.
Los panes elaborados con masa madre tienen un índice glucémico menos elevado, por tanto, las personas que lo consumen tienen mucho menos riesgo de desarrollar diabetes.
Fueron los egipcios, en el año 2.700 a.C., los que descubrieron la fermentación y la levadura. También crearon los primeros hornos industriales para cocer el pan.
Es muy importante incluir este alimento en nuestra dieta. Si quieres un pan que aporte vitaminas hidrosolubles del Grupo B, que te ayudan a transformar los alimentos en energía y formar glóbulos rojos, puedes encontrarlo en la empresa Rincón del Segura.
Son expertos en panadería artesanal ecológica. Nos informa que el pan artesanal también contiene minerales como calcio, fósforo, magnesio y potasio.
Es falso que el pan engorde, aunque ningún exceso es bueno, pero los expertos certifican que el pan se trata de un alimento que apenas aporta grasa.
Tampoco es cierto que la miga de pan engorde más que la corteza, sino todo lo contrario, ya que la miga está más hidratada por lo que proporcionalmente tiene más agua y menos kilocalorías.
El pan no aumenta la talla de pecho, la Asociación de Dietistas y Nutricionistas de Castilla y León califica como «rotundamente falso».
«El tejido del seno es adiposo, el cual aumenta si somos sedentarios y comemos más calorías de las que gastamos, pero esto incrementaría el volumen en pecho, caderas, muslos, brazos, incurriendo en malos hábitos, no en un problema alimentario», argumentan.
Se recomienda una ingesta diaria de unos 35 – 40 gramos de pan para un adulto, preferiblemente integral. Este pan tiene más sabor y una mayor cantidad de fibra, por lo que reduce el riesgo de padecer diabetes tipo II y colesterol.
«No planteamos esta cuestión porque sí. La legislación española, hasta ahora, permitía que el pan llamado “integral” contuviese una pequeña cantidad de harina integral o salvado de cereales, y se mezclase con una gran parte de harinas refinadas. Y es que la ley actual define el pan integral simplemente como el “elaborado con harina integral”, sin especificar en qué porcentaje», informa La Vanguardia.
El pan integral es el que se realiza con el grano entero, sin refinar; mientras que el pan blanco, se hace con harinas refinadas y no utiliza ni el germen ni el salvado.
Varios estudios han comprobado que el pan integral se relaciona con un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y sobrepeso. El pan blanco y el integral tienen las mismas calorías, pero el segundo sacia más y se necesita menos cantidad para llenarnos.
El 13% de los españoles evitan el consumo del gluten. Si eres celiaco puedes optar por el pan
sarraceno, porque al no ser un cereal no contiene gluten y tiene una elevada carga proteica.
Es idóneo para deportistas y para las dietas veganas y vegetarianas. Las personas diabéticas también pueden apostar por este pan.
El trigo sarraceno, al igual que ocurre con la avena, presenta un índice glucémico medio bajo. Es un pan que ayuda a regular la liberación del azúcar en la sangre, evita que los niveles se disparen después de comer.