A nadie le debería sorprender que digamos que la publicidad es una de las herramientas de más interés para una empresa. Se trata de una de las principales razones por las cuales podemos expandir nuestra marca y, como consecuencia, nuestra facturación y beneficios. Si todo el mundo que tiene una empresa dedica parte de sus beneficios a revertirlo en publicidad, es por el simple hecho de que esto funciona… y mejor de lo que pensamos en muchas ocasiones. Por mucho que creamos que somos conocidos, nunca está de más diferenciarnos de nuestros competidores.
El problema que tiene la publicidad, en prácticamente todos sus ámbitos, es que, cuando la observamos desde el punto de vista del consumidor, a veces puede resultar molesta. ¿Cuál es el motivo? Es fácil saberlo: la publicidad nos parte las películas en la televisión, los programas de radio, nos la tenemos que ‘tragar’ antes de ver un vídeo en Youtube o en prácticamente cualquier plataforma de vídeo… Por eso, en los tiempos que corren, hay que hacer un tipo de publicidad que llame poderosamente la atención y que impacte tanto a la gente que le haga olvidar lo que estaba viendo justo antes.
Ese tipo de publicidad al que nos referimos es el vídeo, un vídeo que debe encerrar una historia. Debe ser como una película, debe contener un guion que atrape a quien lo está viendo y que le haga tener el deseo de que no se acabe. Cuando conseguimos que esa sensación sea mayoritaria entre las personas que han consumido nuestro vídeo, estamos multiplicando por mucho la clientela potencial de un negocio como el nuestro, con independencia de cuál sea el sector de actividad al que nos dediquemos. El poder de lo audiovisual a día de hoy es sencillamente alucinante.
Las grandes empresas fueron las primeras que decidieron crear vídeos que encierran una bonita historia pero que, en el fondo, tienen un carácter publicitario. Sin embargo, y tal y como nos comentan desde Publigar, esta tendencia se ha extendido en los últimos tiempos entre empresas que no son grandes y que simplemente son meras pymes. Las sensaciones que puede transmitir un vídeo son muy grandes y, por lo general, lo que buscan las empresas son vídeos emotivos o divertidos. Ambas cosas funcionan a la perfección para captar la atención de quienes los ven, algo clave para que esas personas se ‘olviden’ de que lo que están consumiendo, en realidad, es publicidad.
En una noticia publicada en la página web Puro Marketing se especifica que es Amazon la empresa que más gasta en publicidad en todo el mundo. La verdad es que no nos resulta para nada extraño, sobre todo después de conocer, tal y como apunta la noticia, que un 2% de la inversión total en publicidad en todo el mundo es suya. Una subparte de todo eso se dedica a la producción de una serie de vídeos que son fundamentales para que la gente de a pie conozca un poco mejor la empresa y sus servicios.
Pero no solo las grandes empresas están apostando por este tipo de cosas. El portal web Puro Marketing publicaba, este mismo año, otra noticia en la que hacía referencia que había crecido la inversión en publicidad en un nada despreciable 23’5% entre las pequeñas y medianas empresas de nuestro país. Sin duda, esto refleja que hemos superado con creces la situación provocada por la crisis del coronavirus, que ha sido una de las peores del último siglo. La apuesta por vídeos publicitarios se ha disparado en muchas entidades que saben que esa clase de cosas son bastante consumidas por la gente especialmente a través de las redes sociales.
No infravalores el poder de un vídeo corporativo
Un vídeo corporativo tiene un gran valor para una empresa o marca. Muchas entidades suelen publicarlo en diferentes medios o en sus redes sociales. Otras, por el contrario, simplemente lo utilizan para que sus nuevos empleados o empleadas conozcan un poco mejor la idiosincrasia, la historia y la manera de trabajar de la empresa en la que acaban de entrar. Sin duda, contar con algo como esto es básico para que esas personas sepan que van a trabajar en un lugar serio y en el que la imagen importa.
En un mundo en el que la tecnología lleva la voz cantante en materia publicitaria, realizar un vídeo de empresa es algo que recomendaríamos a todas aquellas personas que se encuentren al mando de una entidad. Se trata de algo que nos va a otorgar beneficios sí o sí. Y no solo económicos, que es lo que se pretende, sino también en términos de imagen, una imagen de la que no nos podemos olvidar y que, desde luego, marca el ritmo del crecimiento de la entidad a corto y medio plazo.