Si eres de los que padeces odontofobia y precisas de encontrar una solución a este respecto, no debes preocuparte, puesto que no eres el único que sufre esta problemática. El miedo a visitar al dentista es de lo más habitual de lo que piensas y al final las fobias se van corrigiendo. Solo es necesario que sigas las recomendaciones de los profesionales.
Puede ocurrir que el hecho de concretar una cita con el dentista te vaya a provocar cierto desazón, puesto que como dicen en unovaclinicadental.com, a veces este tipo de sensaciones no se pueden parar en los que padecen odontofobia.
Todo ello hace que el pánico sea el que mande y afloren las emociones de lo más negativas. Esas son las que te impiden que cuides la salud bucal. Si es así, cuentas con un problema serio en materia de miedo al dentista. Por este motivo, se debe tratar y buscar la reconducción de la situación.
Cuando llega el miedo lo que hace es ganar la razón por la que se tiene que actuar. Vamos con ello:
Odontofobia. ¿Qué es?
Podemos decir que hablamos de un problema que es de índole psicológica y que como todos los miedos se puede llegar a tratar.
Hablamos de un miedo de carácter irracional al dentista que deriva de haber tenido antes una experiencia de carácter traumático con anterioridad.
Un tratamiento que sea molesto o una problemática que se haya producido en la infancia puede que haya llegar a desencadenar una serie de tabús en cuanto al instrumentan de odontología o hacia los profesionales.
Los pacientes que tienen este tipo de problemas piensan que cuando vayan a la consultan van a sufrir daños y dolores.
Estamos ante una idea errónea que es la que debe ser desmontada. Realmente, el dentista va a valorar el estado en el que se encontrará la salud bucodental y te va a recomendar una serie de tratamientos en cuestión.
De esta forma, se puede acabar con miedos infundados, puesto que buena parte de los tratamientos dentales no provocan dolores e incluso ayudan a que se eliminen.
En este sentido, todo el instrumental que se usa en las consultan tienen menos agresividad que los que se usaban hace años.
La garantía de que no se sufra dolor lo que hace es solucionar la gestión de los miedos que se padecen cuando se plantee acudir al dentista.
Problemas de la odontofobia
Cuando no se controla con la debida regularidad del estado de la boca, puede haber consecuencias bastante negativas para la salud. Todo ello va a provocar la aparición de patologías orales como la gingivitis, piorrea, caries, dolores, etc.
Todo esto es fácil de evitar, si le pones remedio, claro está.
Hay que pensar que los tratamientos son bastante fáciles y de gran eficacia en los primeros pasos del problema dental.
Por todo ello, adquiere importancia el hecho de contar con un diagnóstico precozmente de la propia enfermedad. De esta forma se van a poder evitar complicaciones en un futuro.
Consecuencias de la odontofobia
Luchar contra el miedo al dentista precisa un cambio de preconcepción sobre la propia salud en materia oral. Esto es bastante necesario para bastantes adultos que no han llegado a tener la posibilidad de poder crecer en la influencia de la educación bucodental en la infancia.
La solución en este sentido es recurrir a un aprendizaje nuevo, que no comenzará desde el propio juego como sucede con los niños, pero que sí conseguirá una gran amplitud de miras.
Comenzarás a concebir las visitas al dentista como rutinas o hábitos saludables habituales. Al final es lo que son.
Una de las soluciones es cuando se recurre un aprendizaje nuevo, el cual no se va a iniciar desde que se haga el juego como con los propios niños, pero que sí conseguirá una amplitud de miras.
Hacer las visitas de control del dentista de forma regular
Hay que normalizar lo que son las revisiones periódicas con la clínica odontológica. No debes esperar a contar con un problema que pueda terminar suponiendo dolores o diversas complicaciones.
En el caso de que solo acudas al odontólogo cuando te duelan los dientes, no vas a lograr disociar la imagen del problema.
Planifica y preparar la consulta
Hay que visualizar la consulta odontológica con relajación, puesto que ya sabes que no te van a hacer daño. Hay que mantener la calma y evitar los nervios previos. En cuanto estés en la clínica, mientras esperas el turno, es bueno distraerse en este sentido.
