Uno de los problemas físicos que al mismo tiempo es una de las preocupaciones públicas más grandes no es otro que el impacto que generan las nuevas tecnologías en la sociedad en la que vivimos a día de hoy y a las personas que la componen. Es evidente que se ha tratado de un cambio muy grande y que no todo el mundo se ha adaptado de la misma manera a las exigencias que se derivan de ese cambio. No obstante, estamos en ello. Día a día, un país como España es testigo de la adaptación de su gente a la tecnología.
Nosotros vamos a hablar de cómo nos estamos adaptando los españoles a esas nuevas tecnologías. Pero no lo vamos a hacer desde el punto de vista de la mejora en la eficacia y la eficiencia de muchos de los trabajos que desempeñamos a día de hoy. Eso ya lo sabemos. Lo que vamos a comentar a continuación tiene más que ver con cómo afecta el uso de esas nuevas tecnologías a la salud de las personas, algo por lo que cada vez más gente muestra una preocupación muy grande y que debe ser objeto de estudio por parte de los profesionales españoles.
Un artículo del diario Heraldo informaba de que en España hay tres personas de cada cuatro que sufren algún tipo de problema visual. Aunque bien es cierto que mucha gente ya padecía algún tipo de problema debido principalmente al consumo excesivo de televisión y a una mala postura ante la misma, no es menos verdad que la llegada de los ordenadores, los portátiles, las tablets y los móviles de última generación han incidido en que ese número se aumente de una manera que es, cuanto menos, preocupante.
Otro artículo, en este caso del diario El Confidencial, se preguntaba si realmente las pantallas tienen un efecto tan nocivo para nuestra salud. La respuesta a esta pregunta es que, en efecto, las pantallas de todos los tipos de dispositivos jugaban un papel muy importante a la hora de generar problemas de vista a las personas. Cierto es que unas mas y otras menos, pero todas son generadoras de problemas al fin y al cabo. Ni siquiera con el regulador de brillo se puede garantizar que no se produzca un daño para la vista.
Pero no todos los problemas de vista que existen a lo largo y ancho de este mundo están relacionados con los nuevos dispositivos tecnológicos. Existen problemas de que tienen que ver más bien con un tipo de problema que es físico, como lo puede ser una deformidad en alguna de las partes que componen el ojo y que generan, por lo general, una gran cantidad de problemas. Este tipo de asuntos, unido al exceso de horas que pasamos delante de un móvil, un ordenador o una tablet, constituyen la principal fuente de problemas visuales de una persona según nos han contado desde Estética Ocular.
¿Y qué hacemos?
Es la pregunta que se hace tanta gente en cuanto se les comunica que las pantallas generan un efecto nocivo para sus vistas. La verdad es que el trabajo es lo que nos da de comer, y que en la mayoría de trabajos en la actualidad es más que necesario utilizar pantallas de ordenador. Lo ideal sería que dispusiéramos de dispositivos que realmente abogaran por la salud de la vista de las personas, que se encuentra en una situación cada día peor y que se enfrenta a uno de los peores momentos de los últimos tiempos.
Son muchas las personas que se están viendo afectadas cada día por cuestiones como estas. La verdad es que la sociedad es la que mejor sabe que esto no puede continuar así y que hay que ponerle remedio a todos esos problemas. Hay que incentivar el uso de otro tipo de dispositivos y en eso están, además del sector público, una buena parte de las empresas de este país. Evitar que perdamos uno de nuestros sentidos es la función principal de esta clase de acciones.
Lo más preocupante de todo es que la dependencia de las pantallas va a seguir siendo de lo más destacable en todos los sectores de empleo en los próximos años. Por eso es tan importante poner remedio a todo aquello de lo que venimos hablando. Otra opción es la de someterse a una operación para eliminar incorrecciones, que es lo que cada día con más asiduidad hace la gente. Lo importante es que todos y todas nos sintamos realmente bien con nosotros mismos y seamos capaces de utilizar, sin el menor problema, todos y cada uno de nuestros sentidos.
